domingo, 25 de marzo de 2012

Celadas de tierra brava


Para que camine y le llamen amigo mío

fue necesario que cantasen tantos grillos

fue necesario cuidar que no lloren jilgueros

fue necesario que la lluvia cayese en oro

fue necesario que el saúco dé frutos dulces.

La luna tuvo que descolgarse callada y cerca

los ríos murmurasen sus sílabas de agua

tuvo que caminar el viento entre los cerros

tuvo que tiritar el choclo entre pajarillos

tuvo que saludar la mañana a las tunas.

Bajase el chihualo entre un coro de pincullos

las cajas vomitaran chimaychis con alas

la arawij repìcara como la campana dorada

el pueblo se sacudiera en frenesí de carnavales

el hacha y las parejas danzasen como estrellas.

Desde un vientre heredado de otros vientres,

hechos de papa, cancha, tauri, chicha y motes

tendría que nacer el amor al eco de río bravo,

sonriente en la sonrisa de alturas y nieves

llenando de alegría y calor a mil una jornadas.

Para que la vida renazca entre pétalos de mayo,

para que los zorrillos jueguen entre los papales,

para que el viento serrano se vista de agosto

para que las lagunas dejen de cansarse y llorar,

tendrá que hacerse amistad con la brisa y el agua,

y acordarnos de que llegamos entre grillos de alba.

jueves, 22 de marzo de 2012

Variantes de acceso cultural

Nosotros que participamos de tres formas de recibir y hacer cultura, por lo menos hasta ahora, nos sentimos conformes y gratos. La primera forma a través de la fuente oral. Cuando nos movemos en el mundo rural, nuestras comunicaciones son de manera oral. Fundamentalmente, el quechuahablante, nos va trasmitiendo su sabiduría mediante su voz. Y nos entendemos magníficamente bien.


Las noticias, los artículos de opinión los leemos en los diarios, en las revistas. Para ratos de solaz y aventura espiritual leemos antología, poemarios o historia en el libro impreso.Su ventaja es que hasta podemos leer en voz alta y si el entusiasmo preside la sesión personal, hasta se puede intentar declamar.


Pero también, por Internet, las páginas digitales van ganando espacio y cobertura, los enlaces favorecen una maraña de información suplementaria y subsidiaria. Las tres formas tienen su momento , sus ventajas y sus pocas desventajas. Sólo que hay que saber usarlas.Un amigo de Argentina, cuando le envíe el poema a Facundo Cabral, me respondió que lo había impreso para disfrutar mejor.


martes, 13 de marzo de 2012

Sangre derramada

Autor: Federico García Lorca

¡Que no quiera verla!

Dile a la luna que venga,
que no quiero ver la sangre
de Ignacio sobre la arena.
¡Que no quiero verla!

La luna de par en par.
Caballo de nubes quietas,
y la plaza gris del sueño
con sauces en las barreras.
¡Que no quiero verla!
Que mi recuerdo se quema.
¡Avisad a los jazmines
con su blancura pequeña!

Que no quiero verla!

La vaca del viejo mundo
pasaba su triste lengua
sobre un hocico de sangres
derramadas en la arena,
y los toros de Guisando,
casi muerte y casi piedra,
mugieron como dos siglos
hartos de pisar tierra.
No.
¡Que no quiero verla.

Por las gradas sube Ignacio
con su muerte a cuestas.
Buscaba el amanecer,
y el amanecer no era.
Busca su perfil seguro,
y el sueño lo desorienta
Buscaba su hermoso cuerpo
y encontró su sangre abierta.
¡No me digáis que la vea!
No quiero sentir el chorro
cada vez con menos fuerza;
ese chorro que ilumina
los tendidos y se vuelca
sobre la panay el cuero
de muchedumbre sedienta.
¡Quién me grita que me asome!
¡No me digáis que la vea!